Irene y Manuel nos propusieron hacer su sesión de fotos de Preboda nada más y nada menos que en… ¡Albarracín! Por supuesto nos encantó la idea y nos fuimos a la aventura con ellos. Nada más llegar, y para ir conociendo el terreno, hicimos una parada obligatoria en el restaurante de la Plaza Mayor, donde pudimos degustar unos quesos y unas cervecitas que nos sentaron a todos de lo más bien… ¡esta sí que es una buena forma de empezar la sesión! Con las pilas recargadas nos pusimos a pasear por las calles medievales de Albarracín. Esperábamos frío y nieve y nos salió un día soleado y estupendo, así que todo iba sobre ruedas. Mientras íbamos paseando, los nervios iniciales de Irene y Manuel se fueron diluyendo y, casi sin darnos cuenta, la complicidad entre ellos y nuestras cámaras era cada vez más grande (probablemente los chistes de Claudia también tuvieron algo que ver…). Acabamos la sesión en lo más alto de Albarracín, en una roca muy especial para esta pareja, donde pudimos disfrutar de unas vistas tan bonitas como las fotos que les hicimos ese día.